1

Dónde está escrito

A lo largo de mi vida, pero sobre todo en los últimos años, he tenido la oportunidad de parar y conocer muchas situaciones personales y de distinta índole que nos lleva a la pregunta del millón: ¿por qué?

Nos empeñamos en comprender ya y ahora. Queremos forzar respuestas que no tenemos ni alcanzamos. Buscamos frenéticamente un resquicio al que agarrarnos para engañarnos creyendo que tenemos la sartén por el mango. Como si de nosotros, única y exclusivamente, dependiera todo cuanto ocurre. Esa lucha constante de ¿por qué yo?, ¿por qué tú?, ¿por qué ahora? Sin más respuesta que el silencio o el propio torbellino interior cargado de posibles respuestas.

Y entonces, si en algún momento nos hablaron de Él, si nos lo presentaron o le tuvimos presente en algún momento de nuestra vida, exigimos y culpamos al mismo Dios. Porque cuando algo o todo va mal, entonces sí le miramos. Como cualquiera sin darse cuenta ha espetado al recibir la nota de un examen para el que no ha estudiado: «Me han suspendido». Quizá uno habría tenido que trabajar el esfuerzo, la constancia y el empeño. Pero entonces estaría claro que «He aprobado».

Poco reconocemos en los demás cuando va bien. Y aunque en todo momento de nuestra vida siempre podríamos encontrar una tara, una manzana podrida capaz de contagiar todo el cesto, sí dependerá de nosotros ser capaces de pedir ayuda. De elevar la mirada hacia allá donde alguien espera que le veamos. Puede ser un hermano, tu padre, tu esposa o esa amiga con la que no te hablas desde hace años.

Este 18 de noviembre se acaban de cumplir 39 años del estreno de la película Yentl. Una adaptación cinematográfica de una historia muy crítica y realista en su planteamiento, pero que en algunos puntos de su desarrollo llega a ser fantástica. Sin embargo es una cinta musical que hay que ver para maravillarse con su espectacular música. No extraña teniendo en cuenta que la interpreta una de las mejores voces de la época: Barbra Streisand. En casa teníamos el casete de la banda sonora y, como ya os he contado alguna vez, nuestro nivel de intensidad es alto. Si algo nos gustaba quedaba claro por la evidencia de la repetición. Las canciones de Yentl no iban a ser menos.

¿Por qué traigo este recuerdo a nuestros días? Podría decir que porque me da la gana. Pero realmente no sería todo lo fiel a la verdad que pretendo ser en mis textos. Quizá quien lee se haya percatado que habitualmente estas reflexiones vienen con una canción. Una que acompañe y complete mis palabras. Esa música que durante mucho tiempo ha formado parte de mi vida en momentos que llegan a mi memoria por el contexto que vivimos. Otras que encuentro e identifico con lo que quiero expresar. Una buena melodía me hace pensar.

Descubrir el aniversario de Yentl ha sido providencial y no deliberado. Este ¿Dónde está escrito? de la película que hoy comparto me recuerda que a veces la clave no está en preguntarse quién soy, que debo hacer o qué se espera de mí. La clave está en mirar alrededor y comprender que la belleza y el mayor regalo es vivir con sencilla alegría el contexto que se nos ha dado.